domingo, 24 de abril de 2011

Capitulo 4

By Audrey

-Es… Estás bien? Tú normalmente no pides disculpas, no… no… algo anda mal aquí, a lo mejor y… -Me besó, hundió sus labios contra los mios arrinconándome hacia la ventana, que por suerte estaba cerrada.

-Ehmm.. Ben… espera… SUELTAME!.- El se separó y me miró sorprendido, jamás lo había hecho. –Lo siento, es que tú nunca eres de las personas que piden disculpas y que vengas aquí y lo hagas, es… raro.

-Raro? Porque le vengo a pedir disculpas a mi novia? No lo creo. Nena en serio quiero que me perdones. –Y me besó de nuevo, tenía que aceptarlo que cada vez que se portaba así me provocaba ternura y lo perdonaba totalmente.

-No, en serio, necesito pensarlo. –Vi su rostro, empezaba a tornar a un color rojizo, estaba totalmente furioso, jamás lo había visto de esta manera, era sumamente diferente, sabía lo que vendría, empezaría llamando mi nombre y de ahí alzaría la voz hasta gritar.

-Audrey…- aquí vamos – acaso quieres tiempo para pensarlo? La hermosa niña quiere tiempo, déjame felicitarte, - me cogió desprevenido y solto un puño que cayo al lado mio, si no hubiera sido porque él calculó bien la ventana y la pared, la hubiera hecho trizas - acaso estas con otra persona! Dimelo! SI ES ASI DILO!

-No es eso… es..es solo que…

-Es sólo que qué.!!!

-Mira! En primer lugar no me grites, en segundo lugar me tienes harta, acaso crees que ser tu novia es lindo? Crees que todo es perfecto? Todo ERA perfecto. –El no habló, bajo su brazo y su mirada cayó al suelo. – Ya no eres la persona de antes en la cuál yo confiaba, o la persona que era romántica, cariñosa, con la cuál me sentía protegida, nadie se me acercaba porque tú siempre tenías en claro que solo eramos tu y yo y nadie mas. –Unas lágrimas empezaron a bajar por mis mejillas perdiéndose en mis labios – Ya no hay más ese amor que creció entre nosotros.

-No es así entonces –susurró y levanto su mirada, con su dedo limpiaba mis mejillas y me acariciaba el cabello con la otra mano, deposito un beso corto y se dio media vuelta.

-Y así solucionas tus problemas, nunca podemos hablar porque siempre te das media vuelta y huyes.

-Yo no huyo Audrey, simplemente no quiero lastimarte más. –Eso me dolió, acaso era capáz de golpearme?

-Esta bien Ben, como quieras… pero recuerda que soy yo la que toma la ultima decisión y vas a tener que aceptarlo. –Él no se molestó en responder, simplemente abrió la puerta y desapareció, no sin antes dedicare una ultima mirada.

By Bill

Había sido un día super agotador, terminamos de decorar mi casa, todo estaba en su lugar, todo en orden, como yo la quería, las paredes eran decoradas por tonos oscuros, algunas paredes eran negras y blancas… otras eran colores vivos blancos y verdes y así sucesivamente, pero mi cuarto era el mejor, estaba tan a mi estilo, todo ordenado, eso si, yo soy una persona muy limpia, ordenada y muy perfeccionista, me fui a duchar sin antes asegurar las puertas y la de mi garaje, aunque era imposible que alguien entrara o llegara a robarme. Incluso era difícil encontrar mi casa por si sola.

Me desvestí, me meti a la ducha y abri la llave, el agua empezó a recorrer mi cabello, caía por mi rostro y se perdía con el resto desde mi cuello, me puse a pensar más de lo normal, ya faltaba poco para ingresar a ese instituto y lo peor era que no podía ni siquiera salir a recorrer la ciudad porque jamás en mi vida he venido a Francía y si lo he hecho a lo mejor fue cuando ni siquiera tenía memoria propia

Después de fundirme en mis pensamientos no tenía hambre, habíamos terminado muy tarde y quería dormir, simplemente dormir sin hacer nada más hasta que lo conseguí.

Son las siete en punto de la mañana en este hermoso día, hoy nos encontramos con el meteorólogo Patrick Hans quien nos dirá el pronóstico del día aunque…

-Tienen que ser los meteorólogos y sus estadísticas... - hace dos años dijeron lo mismo, iba a haber una tarde soleada y que no nos preocupemos por alguna lluvia y decidi con mis amigos ir a una cancha sintética a jugar futbol, no era tan bueno para los deportes pero siempre terminábamos todos en la cancha, y al cabo de media hora que llegamos allí empezó a llover como nunca.

Me estaba alistando para mi primer día de clase. Mi padre me llamó días atrás para darme unos “consejos” de mi comportamiento.

-Conversación Telefónica-

-Hola?

-Hola Bill, cómo estás? Llegaste bien a tu casa, qué te pareció la sorpresa, acaso no…

-Hola papá si me gusto, muchas gracias, pero puedes hacerme una pregunta a la vez por favor?

-Lo siento hijo, sabes? Te empiezo a extrañar.

-Recién?

-No es fácil Bill, adaptarse a que tu hijo de 21 años se vaya por primera vez a otra ciudad.

-Bueno, no importa, para qué llamabas?

-Bill, quiero que tu primer día de clases vayas a recepción y le des tus papeles, los que te guardé en tu maleta, esos quiero que le des a la secretaria para que sepa quien eres, después de eso ya todo será fácil, compórtate Bill, tal vez acá eras el centro de atención y el mejor amigo pero allá es distinto.

-Papá tú como sabes? Los jóvenes cambian y tú nunca has venido a estudiar acá, así que no me aconsejes de algo que no lo has vivido.

-Bill, por favor prométeme que no te meterás en problemas.

-No te lo prometo papá, pero trataré, te dejo papá, tengo que hacer unas cosas.

-Qué harás Bill?

-Nada, arreglar unas cosas en mi habitación déjalo así, adiós.

-Fin de la conversación-

Si, mi padre era un tanto desesperante, pero a veces tenía razón, en Alemania solía meterme en problemas, por lo menos trataré de no aparentar tanto aquí.

Cogí mi bolso y fui directo al garaje, me subi a mi auto y arranque con destino a mi nueva vida.

By Audrey

-Mamá ya me tengo que ir, nos vemos luego. –No puedo creerlo, mi primer día de clases y ya estaba retrasada? No puede ser! Tuve que coger un taxi.

-Hija no quieres…

-Lo siento mamá. –Le grité desde el taxi jajaja, me reía en mis adentros, no quería que mi mamá me vaya a dejar al insti, ni loca!

-Audrey!

-Gracias señor.-Le pagué al taxista y él arrancó, divisé a Lis gritando mi nombre y corriendo hacia mi, me abrazó casi haciéndome caer. –Hola Lis!

-Tanto tiempo sin verte.

-Fueron dos meses, aparte tu te diste las vacaciones, yo seguir viniendo para no ver a mi madre en la casa.

-Bueno, pero yo no estuve aquí, como has estado?

-Bien gracias… -No me gustaban muchos los primeros días de clases, te preguntan que has hecho o tú a ellos y así es siempre, te saludas con gente como si se hubieran ido 5 o 10 años, en realidad yo no me emocionaba mucho con eso, ahora mi temor era Anna, sufro desde la noche de ayer, no podía dormir y mi temor se reflejaba en el ambiente de mi cuarto.

-Audrey, me alegra verte.

-Ho… hola Anna. –El corazón parecía salirse de mi cuerpo y rodaba por los suelos hasta llegar a los pies de ella.

-Estás nerviosa? O qué te sucede? –Maldita, como te odio.

-No, lo que sucede es que me cogiste desprevenida, solo eso y ya me tengo que ir. –Desaparecía de allí peor que rayo en una tormenta peligrosa que destruye todo lo que toque.

-Tu amiga parece estar teeeensa por hoy.

-No te metas Anna, dejala en paz.

-Como quieras Lis.


By Bill

Me estaba perdiendo, he dado dos vueltas por la misma calle, que mierda!

Después de 10 minutos más de preguntar a la gente de la calle, seguir direcciones llegué al puto instituto. En realidad no era tan difícil de llegar pero la unica excepción era que yo soy nuevo!!

Estacioné mi auto y salí de él, fantástico, llegue tarde, las puertas se cerraron a las 8 de la mañana y yo tenía 8:05 am.

Jamás en mi vida había llegado tarde a clases, así sea la persona más fastidiosa y odiosa, nunca se quejaron de mis notas o de mi asistencia.

-Buenos días señorita. –Me acerqué a la secretaria con la carpeta de los tantos papeles que me dio mi padre.

-Si, qué se le ofrece?

-Ehmm.. pues verá, le traigo esto, la verdad no sé como se hace, soy nuevo en la ciudad.

-Aaa ya, tú debes ser Kaulitz cierto? –Wow, ya era famoso, buena forma de empezar.

-Si ese mismo.

-Bien, esperame un momento y te doy el numero de tu aula con tu horario, de acuerdo?

-No se preocupe, aquí esperaré. –Más amable y tierno no podría ser.

-Listo joven ehmm.. Bill Kaulitz?

-Exactamente.

-Aqui está su aula, su horario y este certificado para la primera clase, para que le pongan la asistencia sin problemas.

-Muchas gracias señorita, hasta luego. –Me retire de secretaria y me adentre a buscar mi aula, en realidad el instituto era muy cool, tenía fotos de los mejores alumnos en un mural, también del coro, los trofeos ganados de distintas categorías, muy chévere como para lo que yo pensaba.

Ya estaba en el tercer piso, el ultimo claro y encontré el numero de mi aula, la número 103, era inmensa esta insti, jamás encontré una tan grande como esta.

Golpeé la puerta del salón, yo simplemente sería el más guapo de ese curso, mi estilo era gotico, tenía un poco de maquillaje en los ojos, mi cabello era negro pero era corto, en este momento llevaba un pasamontañas porque no me dio la gana de peinarme hoy, pero mis piercings y tatuajes se notaban al máximo, lo bueno es que si podía ir con mi propia moda a cualquier parte.

-Si, qué desea?

-Ehmm tenga. -Le di el papel al señor gordo que estaba al frente de mi.

-Bueno venga conmigo sr. Kaulitz. –Ay no! acaso iba a presentarme? No estábamos en escuelita para hacerlo así.

Cuando di un paso dentro del salón escuche como habían comentarios como “Quién es él” “Es lindo no?” “Pero parece niña” “Parece un divo” Pero no me importaron mucho, igual soy el centro de atención así las criticas sean buenas o malas.

-Bueno sr. Kaulitz preseéntese.

Ehmm.. estee..

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