miércoles, 4 de enero de 2012

Capítulo 9



By Audrey
-Está bien. –Empecé poniendo una pierna por encima de la baranda y luego la otra hasta quedar sentada.

-Audrey, escuchame, trata de colgarte para yo poder alcanzarte y que caigas encima mio, de acuerdo?

-Esta bien, pero no me pasará nada?

-No te pasará nada, confias en mi?

-S…si, confio en ti. –Me sentí segura, así que obedecí a lo que Bill me dijo, así que me agaché un poco para poder agarrarme solo con las manos y poder bajar.

-Bien, ahora solo suéltate.

-Ok –me solté y pude caer en los brazos de él sin ningún problema,  quedamos a escasos centímetros, podía sentir su aliento contra el mio.

-Te dije que no te pasaría nada. –Y ese fue el momento más romántico de toda mi vida.

-Ehmm.. si… este, me podrías bajar?

-Ah, si.. claro –Bill aflojo mis piernas y pude estar en pie sin problema pero aun me tenia rodeada por su brazo. –Quiero, llevarte a un lugar, podrías venir conmigo?

-A un lugar? A qué se debe todo esto?

-Aceptarás? –Sabia que si no iba, me arrepentiría luego, así que accedí.

-De acuerdo, pero que sea rápido eh?

-Te quedarás conmigo hasta el dia de mañana jajaja.

-No me causo gracia.

-A mi si, así que sube al auto y no perdamos tiempo.

Subi al auto, al lado de Bill y él  empezó a andar, íbamos en silencio en todo el camino, en realidad nos estábamos alejando de la ciudad, no conocía, pero estaba tranquila, no creo que Bill sea un secuestrador, o si?

-Bien, llegamos. –Se bajó del auto y se acerco hasta la puerta donde yo estaba, la abrió y me extendió su mano.

-Gracias –Correspondí su amable gesto y salí del auto, cerrando la puerta y debo admitirlo, el lugar era maravilloso, era un parque forestal el cual muy pocos conocían, porque no había casi nadie en el lugar, aparte de estar lejos de la ciudad, todo era tranquilo y no habían problemas alrededor.

-Te parece si nos sentamos aquí?

-Me parece bien. –Estábamos sentados en el césped al frente de un lago en el cuál se reflejaban las estrellas que esa noche parecían estar dispuestas a todo en este momento. –Y bien, a qué se debe esta pequeña sorpresa?

-Bueno, en realidad…

-En realidad..

-Mira Audrey, sé que apenas te conozco, sería descarado de mi parte decirte algo fuera de lugar pero necesito hacerlo, esto es algo nuevo para mi y la verdad no sé que sea, siento que debo decírtelo pero tengo miedo…

-Bill –Agarre su rostro y lo obligué a mirarme, ya que estaba hablando con su mirada perdida –Dime lo que tienes que decirme y es todo.

-lo.. que tengo que decirte?

-Si Bill, a lo que vinimos, no? Porque sino entonces prefiero que me lleves a mi casa de nuevo…

-Me gustas

-si es que no… espera, qué dijiste? –Escuché bien, escuché mal? Qué era lo que había dicho?

-Que creo que me gustas.

-Crees? Como que crees?

-Ven- Me agarró de la mano y me llevaba caminando hasta un lugar donde nadie podía vernos, estaba algo oscuro pero en realidad no era la preocupación de alguna persona porque no había ninguna alma por ahí. Estábamos al lado de unos árboles enormes los cuáles hacían oscurecer lo que sea que esté a su alrededor.

Cuando llegamos él se detuvo y se volteó para quedarse frente a mi, yo estaba nerviosa y pude sentir como entrelazaba su mano con la mía y con la otra acariciaba mi mejilla, yo no podía negarlo, Bill me gustaba, me hacia sentir cosas que con Ben jamás las había sentido o tal vez dejo de hacerlas y olvidé de cómo es ese sentimiento. Dudaba en acercarse, estábamos tan cerca, no aguante más y resté esos centímetros hasta sentir sus cálidos labios pegándose a los mios, lo cuál me hizo sentir como mi rostro se encendia.

-Audrey, no te podría decir que te amo porque no sé si lo sienta, no te podría decir que te quiero porque jamás he experimentado ese sentimiento, pero lo que si sé es que en estos momentos lo que más quiero es estar contigo.

-Crees que lo que hacemos esté bien?

-No lo sé pero y si no lo está, no me importa, jamás sigo las reglas.

By Bill
Dejé de hablar y rodeé su cintura con mis brazos atrayéndola hacia mí, teniéndola por fin cerca, ella puso sus brazos alrededor de mi cuello posando una de sus manos en mi cabeza haciendo presión para unir más nuestros labios, el ritmo de nuestros besos se aceleraba más, apunto de perder el control y yo no lo iba a perdonar pero justo salió una melodía de un celular y definitivamente no era el mío. Audrey se separó de mi para alcanzar su teléfono y lo atendió, yo maldije a la persona que cortó nuestro momento.

-Bill, tengo que regresar a mi casa.

-Debe ser ahora?

-Si, debe ser ahora.

-De acuerdo. –Estaba demasiado molesto, así que caminé con ella a mi lado a paso acelerado hasta salir del parque y llegar al auto completamente negro.

-No vas a abrir?

Quité la alarma al auto y antes de que ella abriera la puerta la jalé y la acerque a mi de nuevo, la acorralé contra el auto besándola de nuevo, dejándola sin salida alguna.

-No…. Bill… espera….debo irme… -No hice caso y abrí la puerta de atrás del auto metiéndola primero y por lo consiguiente yo estaba prácticamente encima de ella cerrando la puerta por detrás, nadie sabría lo que pasaría ahí, los vidrios estaban de negro y no había nadie a estas horas. –Bill, no! Ni siquiera es una buena idea.

-Lo siento nena, pero no te dejaré ir, jamás y desde hoy, nuestro juego empieza.

By Audrey
-De…. Qué hablas? –Era imposible hacerle preguntas, empezó a posicionarse encima de mi, pasando sus labios contra mi cuello, succionándolos, dejando huellas, marcando su territorio, que prácticamente era de él en esos momentos. Yo no lo detendría, en realidad lo quería, lo quería para mi, pase lo que pase, él me pertenecía hoy, mañana y siempre.
Seguí su juego sin importar lo que sucediera y empecé a incorporarme quedando encima de él, apoderándome de sus labios y recorriendo desde su pecho hasta su cintura con mis manos hasta introducirlas por dentro de la camiseta obligándole a sacársela.

-Mmm, Vas a… lamentar haber hecho esto linda.

Hice caso omiso, empecé a besar su cuello bajando poco a poco hasta llegar a su pecho el cual uno de sus pezones estaba adornado por una argolla plateada, él acariciaba mi cintura, subiendo la unica prenda que cubría mi torso entero. Una vez fuera Bill tomo el control, se puso encima de mí, volviendo a mis labios, acariciando mis pechos con sus manos, dejé paso a su lengua sintiendo su piercing el cual era demasiado excitante en esos momentos. Empezó a bajar, dejando besos sumamente suaves a lo largo de mi cuello, bajando hasta llegar a mis pechos, haciendo que yo gimiera de placer, correspondiendo al acto que él hacia, lentamente sus manos seguían el camino, pasando por mi vientre, bajando el short que cargaba en ese momento hasta sacarlo completamente, yo por seguirle el juego acerque mis brazos hasta el cinturón que cargaba en ese momento, lo desabroché y lo mismo con su pantalón, haciendo que se perdiera con el resto de ropa, simplemente nos quedamos con una sola prenda, la cuál cubría la unica forma en la cuál podríamos ser uno solo.

By Bill
Debo aceptarlo, cuando termine esto con Audrey, no será la primera ni la ultima, la quiero para mi, luego de esto la seguiré buscando, luego de esto la seguiré protegiendo, luego de esto será solamente mia y nadie me la va a quitar.
Podía sentir como tenia una erección la cuál mis bóxers le quedaban pequeños en ese momento, quité la unica prenda que cubría mi camino y lo mismo hice yo. Quedando los dos completamente desnudos, tan solo el brillo de la luna y las estrellas dejaba ver nuestros rostros, en ese momento fue cuando Audrey Sante fue mía.

-Estás…lista… pequeña?

-Haz…. Hazme… tuya… ahora…. –Nuestros alientos se mezclaban y entonces fue cuando agarré sus piernas, penetrando mi miembro hacia su entrada principal permitiendo salir un pequeño gemido por parte de los dos.

-Mmm… ahhh… -Lo que en este momento Audrey emitía me excitaba mucho más, así que aceleré el ritmo sintiendo sus uñas aruñando mi espalda. Poco a poco nuestros cuerpos empezaban a acalorarse, sentí pequeñas gotas recorriendo nuestros cuerpos, sin abandonar lo que en ese momento estábamos viviendo.

-Ohhh.. Bi.. Bill… Mmm… Uhhh.. Siii..

Sentia como en poco iba a reventar, aceleré más el ritmo, haciendo que Audrey gimiera un poco más alto, hasta que lo hice, toda mi esencia quedó dentro de ella, provocándonos un desfallecer por aquel acto que habíamos terminado, por suerte siempre ando preparado, no iba a dejar que nada dañara lo que ahora es mío.

-B..Bill.. Jamás.. p... pensé que.. terminaría.. así…contigo.

-N.. No digas nada, simplemente.. Sucedió… -Pude ver su rostro como se reflejaba con la luz de la luna, ella era hermosa en todo sentido, definitivamente no dejaría que nadie la tocara, incluso haría que su novio la deje por completo.